Catwoman es un personaje secundario del universo DC, casi siempre relacionada con Batman. Ladrona casi siempre, villana a veces. ¿Es buena? ¿Es mala? Lo único claro es que es tremendamente sexy y que a pocos personajes les queda tan bien el uniforme ajustado. Michelle Pfeiffer lo bordaba en Batman Vuelve, pero lamentablemente tras años de rumores de una adaptación protagonizada en exclusiva por la felina, tuvimos que sufrir un truñazo monumental protagonizado por Halle Berry (¡con un traje con agujeros!) dirigida por el “amigo” Pitof (con ese nombre no se puede ser bueno). Con este bagaje detrás, ¿puede este personaje protagonizar uno de los mejores tebeos que he leído en mucho tiempo? La respuesta es un si rotundo.
Ed Brubaker es una de las figuras más destacadas dentro del actual cómic comercial norteamericano. Ha pasado por series como The Authority (cuya etapa estoy leyendo en estos momentos), Daredevil o el Capitan América, pero donde sobre todo ha destacado es en el género negro, ya sea en series propias como Sleeper o Criminal, como en series como Gotham Central (protagonizada por el cuerpo de policía de Gotham, que en julio empezará a ser publicada en tomo por Planeta, ¡que ganas!) o en Catwoman, cuya etapa ha empezado ha publicarse en tomo recientemente.
La etapa de Brubaker comenzó en una miniserie de Detective Comics donde el detective Slam Bradley era contratado por el alcalde de Gotham para investigar la muerte de Catwoman. Slam descubría que no estaba muerta y que su identidad era la de la también supuestamente fallecida Selina Kyle. Con Selina/Catwoman enfundandose de nuevo el traje (uno nuevo, con unas gafas un poco horteras) comenzaba una nueva etapa, reencontrandóse a si misma y luchando por los más desfavorecidos en el East End de Gotham (el barrio más conflictivo de la ciudad) donde se enfrentará a asesinos en serie, a narcotraficantes, a mafiosos, a policías corruptos y a su propio pasado. Y por supuesto se volverá a cruzar con Batman/Bruce Wayne, pero los otros dos grandes protagonistas de la serie serán su mejor amiga y socia Holly, y Slam, que tras conocerse empezarán una bonita amistad...
El dibujo de la primera miniserie y los primeros cuatro números de la serie regular es del genial Darwyn Cooke (actual dibujante del renacido Spirit de Will Eisner). Surgido de las series de animación de Batman, su estilo tipo “cartoon” se adapta sensacionalmente a la pluma de género negro de Brubaker. En los siguientes números Brad Rader y Cameron Stewart seguirán el estilo de Cooke, aunque los números finales de Stewart pecan de un modersnismo demasiado esquemático. Aún asi de verdad os digo que nos encontramos ante una maravilla de cómic. Un tomazo algo duro para el bolsillo (30 euros) pero con 500 páginas de una lectura maravillosa.
Rubén González
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