CÓMIC: HITMAN

Tommy Monaghan es un ex-marine de origen irlandés convertido en un mediocre asesino a sueldo que malvive por las peores calles de Gotham y que se pasa media vida dentro de un apestoso bar. Pero un día, tras un encuentro con un alien consiguió poderes sobrehumanos: rayos-x y telepatía, con lo que se convirtió en un fiable asesino especializado en metahumanos.

Hasta ahora, aunque me lo han recomendado, he leido pocas cosas del guionista más gamberro del cómic actual, el irlandés Garth Ennis. Famoso sobre todo por su Predicador (del que Dani es fan, a ver si me lo dejas cabrón), sólo había podido echarle el guante a su bestial e inacabado The Boys y a sus guiones para Midnighter (el más carismático miembro del grupo The Authority). Desde el mes pasado y a tomo formato “páginas amarillas” (más de 500 páginas por 25 euros), Planeta está editando los 60 números de Hitman en tres entregas, y yo no he dejado pasar la oportunidad de conocer más la obra de este loco irlandés.

El protagonisa es un delicuente con carisma y gran amigo de sus amigos, que mata por dinero (y no tiene piedad de sus víctimas), aunque con un fuerte código de honor/católico (no mata a policias ni a los “buenos”). Violencia a raudales, lenguaje obsceno, risas aseguradas. Todo con un fuerte aire homenajeador al mundo del cine: las referencias cinematográficas en los diálogos y en las tramas, sobre todo a Clint Eastwood, pero también al cine hong-konges, a Tarantino o a Star Wars son constantes.

El dibujo de John McCrea mejora con el paso de los números, aunque nunca sale de un estilo cómico y “sucio”, casi más cercano al underground que al cómic detallista y espectacular tipo Marvel, que le viene de perlas a la historia. Por el cómic aparecen personajes del universo DC, como Demon, Catwoman o el mismísimo Batman, pero son los secundarios amigos y enemigos de Tommy los que “roban la función”.

De momento sólo he leido el primer tomo y puedo decir que lo he hecho siempre con una sonrisa en la boca, y que se me han escapado más de tres carcajadas. Y también que lo he engullido con gran rapidez, casi tanta como a la velocidad a la que Hitman dice chorradas por la boca o acribilla a matones de medio pelo. Recién salido del horno, ya tengo el segundo volúmen en mi poder, donde Tommy se encuentra con Superman (en una historia ganadora de un premio Eisner en 1999) y el tercero y último que sale en julio, caerá en cuanto se pose en la tárima de las novedades de los cómics en la Fnac.

Rubén González