Lo primero que leí de Ed Brubaker fue el primer tomo de Criminal, llamado Cobarde. Y claro, flipé.
Sólo con ver la portada (Leo, un tipo que parece Leonardo DiCaprio con 40 tacos, y ya sabéis que me encanta DiCaprio) y echar un vistazo a las viñetas, a uno le daba la sensación de que este tebeo rezumaba calidad por los cuatro costados. Y después de leerlo la cosa queda clara: Criminal es una serie cojonuda. Género negro a saco que no intenta ser original, pero que nos cuenta una historia que te atrapa hasta el final y que de la que gozas cada viñeta. Leo es un experto ladrón que se ve metido en un lío con polis corruptos y narcotraficantes, tras un golpe/trampa. Acción (muy a lo Heat, que peliculón y lo que ha marcado desde entonces, sólo hay que ver el principio de El Caballero Oscuro), romance y suspense para una obra excepcional. El dibujo de Sean Philips se amolda a la perfección a la historia (cosa que no ocurría en mi opinión en su trabajo en Marvel Zombies).
Sólo con ver la portada (Leo, un tipo que parece Leonardo DiCaprio con 40 tacos, y ya sabéis que me encanta DiCaprio) y echar un vistazo a las viñetas, a uno le daba la sensación de que este tebeo rezumaba calidad por los cuatro costados. Y después de leerlo la cosa queda clara: Criminal es una serie cojonuda. Género negro a saco que no intenta ser original, pero que nos cuenta una historia que te atrapa hasta el final y que de la que gozas cada viñeta. Leo es un experto ladrón que se ve metido en un lío con polis corruptos y narcotraficantes, tras un golpe/trampa. Acción (muy a lo Heat, que peliculón y lo que ha marcado desde entonces, sólo hay que ver el principio de El Caballero Oscuro), romance y suspense para una obra excepcional. El dibujo de Sean Philips se amolda a la perfección a la historia (cosa que no ocurría en mi opinión en su trabajo en Marvel Zombies).
Hace tan solo unas semanas se ha publicado el segundo volumen de Criminal, títulado Lawless y es tan bueno o mejor que su predecesor. Ambientada en la misma ciudad y con algún personaje que se cruza (no os cuento más...) en esta ocasión el protagonista es Tracy Lawless un militar que deja el ejército para investigar la muerte de su hermano, y para ello se infiltra en la antigua banda de este.
Más acción y más sexo para otro cómic espléndido.
Más acción y más sexo para otro cómic espléndido.
Pero lo más importante de esta serie, es la más pura esencia del cine negro: personajes que han sufrido duras infancias, que sobreviven como pueden o como mejor saben (y muchas veces es cometiendo delitos, robando o matando) y que en el fondo saben que no van a acabar bien. Como dice Fran Miller en la introducción del segundo volumen, el género negro no tiene que ser oscuro en su forma: “A nadie se le ocurre caer en la cuenta de que lo que toda buena historia policíaca expone, libera y saborea es la esencia de la oscuridad interior”. Ahí queda.
Rubén González
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