No soy un gran seguidor de los hermanos Coen, aunque los reconozco como dos grandes cineastas que cuentan con una filmografía muy consolidada, incluyendo algún título muy notable (Muerte entre las flores, Fargo, El Gran Lebowski). Después del tremendo éxito de No es país para viejos (peli que quiero revisar pues me dejó sensaciones muy contrarias, con partes excelentes y un final que no entendí) había expectación ante su nueva película, que además cuenta con un reparto excelente.
Pero quitando Lebowski y (un poco) Arizona Baby, creo que los Coen son bastante mejores cuando hacen pelis que no son comedias puras. Y Quemar después de leer, es una comedia (absurda). Y hablando mal y claro, a mi no me ha hecho ni p$%* gracia. Desde el lento inicio, estaba todo el rato esperando en reirme de algo... Pero ese momento no llegaba. Y cuando se acabó la peli (otra vez peli de los Coen con elipsis brutales) me quedé en plan: “pues vale”. Tan sólo esboce un par de sonrisas disfrutando de Brad Pitt haciendo de retarded (de largo lo mejor de la peli). Ni Clooney poniendo caritas, ni Malcovich superpasado, ni las dos chicas (la oscarizada y más fría que un helado en navidad, Tilda Swinton, y la mujer de Joel Coen, la a veces cansina Frances McDormand) consiguieron hacerme sonreir. Vale que los Coen saben lo que hacen con la cámara, que la música de Carter Burwell está muy bien, y que el director de foto es un genio llamado Emmanuel Lubezki. Pero los alardes técnicos no me sirven si voy a ver una comedia y solo me rió de Brad Pitt haciendo el tonto.
NOTA: 2 estrellas.
Rubén
1 comentario:
Bueno, acabo de ver la peli y sinceramente me ha parecido genial.
No es la mejor comedia de los Coen, prefiero "El gran L." o "Oh Brother", pero sinceramente es una peli con unos personajes tan geniales que no necesita nada más.
No creo que técnicamente sea una maravilla de echo es bastante simple y sin florituras.
La clave está en el absurdo y a la vez realmente cercano comportamiento de sus numerosos personajes, de una chorrada como que un mexicano encuentre un cd en el suelo de un vestuario, se arma un pitote de dimensiones insospechadas para acabar con una escena genial en la que el director de la CÍA está sembrado.
Merece la pena echarle un vistazo.
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